domingo, 21 de octubre de 2012

"Lo imposible" o el cine como arte.



Esta mañana he visto la película “Lo imposible”, una coproducción España/USA basada en la historia real que vivió una familia española durante el tsunami que afectó al sudeste asiático en el 2004.

Me ha parecido extraordinaria. Una persona medianamente sensible y que haya pasado a lo largo de su vida por algunas situaciones críticas, ya sea hombre o mujer, joven o viejo, llorará en esta película y revivirá con desgarradora plenitud la emoción de algunos momentos que ha tenido la desgracia y la suerte de experimentar en su propia vida. Algunos críticos han calificado de sentimentaloides estos aspectos de la película, poniendo así de manifiesto su incurable estupidez. Emoción y razón son las dos fuerzas básicas que codeterminan nuestra condición humana. Llorar y reír son las dos expresiones corporales básicas de la emoción. Desde muy antiguo, la intuición de los poetas ha puesto la sede de la razón en el cerebro y la de la emoción en el corazón. Por algo será, aunque ese algo no nos sea completamente comprensible. Quizá tenga que ver con que muchas hormonas y otros efectores de lo emotivo los distribuye el corazón por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo. De modo que el dolor que produce una pérdida no se manifiesta solamente en lágrimas, también se contrae el diafragma, se eriza la piel, se tensan las cuerdas vocales en sollozos, todo eso y más. Algo parecido pero en el otro extremo del péndulo sucede con el abrazo o el beso cuando son de amor. El tono vital del cuerpo propio aumenta, sus sensores térmicos, táctiles y olfativos se hacen más agudos, el corazón late con más fuerza, a los pulmones, que se expanden más y más deprisa, les falta el aire, todo eso y mucho más.

El arte en general es la forma más compleja de expresión y comunicación de una emoción. El verdadero arte desafía a la razón, va mucho más allá, adentrándose en territorios misteriosos. Como escritor que soy y después de haber visto “Lo Imposible”, me he preguntado si la literatura sería capaz de expresar las situaciones emotivas que muestra esta película con un nivel parecido de realismo. Mi conclusión es que no, ni de lejos. Cada forma artística tiene, dentro del territorio de lo humano, una parcela en la que expresa mejor que ninguna otra lo que de emotivo hay en ella. Y el cine, como demuestra la película “Lo Imposible”, expresa mejor que ningún otro arte la emoción que está ligada al cuerpo, a lo próximo, lo familiar, lo inmediato, lo entrañable. La emoción del abrazo,  de la pérdida y el reencuentro, del peligro compartido, del amor incondicional.

No se la pierdan.

No hay comentarios: