Entristecido y preocupado por la
deriva que está tomando el asunto catalán. Creo que Felipe González tiene razón
cuando dice que este brote nacionalista, que no verde, puede producir una
fractura social en el conjunto de España de consecuencias incalculables. Ya se
está viendo en el desconcierto de los
políticos, ayer los socialistas de Cataluña propugnando como solución un estado
federal que no saben explicar en qué consiste, ahora los populares de Cataluña
declarando que el problema se arregla con más pelas para los catalanes, cuando
eso supondría el descoyuntamiento del estado, por la injusticia de la asimetría
propuesta. En cuanto a los nacionalistas de Cataluña, mi impresión es que no
saben dónde se han metido, peor aún, dónde están metiendo a los ciudadanos de
Cataluña y del conjunto de España. Su irresponsabilidad alcanza dimensiones gigantescas
y sigue creciendo.
¿Quién tiene la culpa de todo esto?
Mucha gente, tanto en Barcelona como en Madrid como en Bruselas como en Berlín.
En Barcelona unos políticos nacionalistas que demasiado oportunistas han jugado
con fuego y provocado un incendio. En Madrid unos políticos supuestamente
centralistas que también por oportunismo
y durante muchos años, han claudicado de sus responsabilidades culturales
respecto de una vieja nación como lo es España, faltos del patriotismo y la visión
necesarios para formar gobiernos de concentración izquierda/derecha con fuerza
suficiente para impedir desmadres regionales. En las dos ciudades una clase
política que no ha respetado ni protegido suficientemente la Constitución. En
Bruselas y en Berlín la ausencia de un liderazgo fuerte que apostando por
Europa, no hubiese permitido que la crisis nos costara tanto a los países
mediterráneos. Entramos los españoles en esta crisis con una deuda pública
inferior al 40% del PIB y estamos ahora a niveles del 90%; ¿cuánto de este
incremento se debe a la absoluta desprotección por Europa de la deuda soberana
española, que nos ha obligado a pagar intereses altísimos a sus compradores
internacionales?
Este enredo no va a ser fácil de
arreglar. Los que nos gobiernan necesitan frialdad, integridad, valor y visión
a largo plazo. No solo Rajoy, también la
oposición. Con el apoyo sereno de todos los españoles, encabezados por sus
líderes sociales y culturales.
Ya supimos hacerlo hace treinta y
seis años. ¿Por qué no vamos a saber hacerlo ahora, siendo como somos, los
españoles de a pie, más ciudadanos que nunca?
Con la ayuda, si es posible, de frau Merkel et all. Remember Willy Brandt!
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