miércoles, 9 de octubre de 2013

Europa, España, Cataluña

Entristecido y preocupado por la deriva que está tomando el asunto catalán. Creo que Felipe González tiene razón cuando dice que este brote nacionalista, que no verde, puede producir una fractura social en el conjunto de España de consecuencias incalculables. Ya se está viendo en el desconcierto  de los políticos, ayer los socialistas de Cataluña propugnando como solución un estado federal que no saben explicar en qué consiste, ahora los populares de Cataluña declarando que el problema se arregla con más pelas para los catalanes, cuando eso supondría el descoyuntamiento del estado, por la injusticia de la asimetría propuesta. En cuanto a los nacionalistas de Cataluña, mi impresión es que no saben dónde se han metido, peor aún, dónde están metiendo a los ciudadanos de Cataluña y del conjunto de España. Su irresponsabilidad alcanza dimensiones gigantescas y sigue creciendo.

¿Quién tiene la culpa de todo esto? Mucha gente, tanto en Barcelona como en Madrid como en Bruselas como en Berlín. En Barcelona unos políticos nacionalistas que demasiado oportunistas han jugado con fuego y provocado un incendio. En Madrid unos políticos supuestamente centralistas  que también por oportunismo y durante muchos años, han claudicado de sus responsabilidades culturales respecto de una vieja nación como lo es España, faltos del patriotismo y la visión necesarios para formar gobiernos de concentración izquierda/derecha con fuerza suficiente para impedir desmadres regionales. En las dos ciudades una clase política que no ha respetado ni protegido suficientemente la Constitución. En Bruselas y en Berlín la ausencia de un liderazgo fuerte que apostando por Europa, no hubiese permitido que la crisis nos costara tanto a los países mediterráneos. Entramos los españoles en esta crisis con una deuda pública inferior al 40% del PIB y estamos ahora a niveles del 90%; ¿cuánto de este incremento se debe a la absoluta desprotección por Europa de la deuda soberana española, que nos ha obligado a pagar intereses altísimos a sus compradores internacionales?

Este enredo no va a ser fácil de arreglar. Los que nos gobiernan necesitan frialdad, integridad, valor y visión a largo plazo. No solo Rajoy,  también la oposición. Con el apoyo sereno de todos los españoles, encabezados por sus líderes sociales y culturales.


Ya supimos hacerlo hace treinta y seis años. ¿Por qué no vamos a saber hacerlo ahora, siendo como somos, los españoles de a pie, más ciudadanos que nunca? 

Con la ayuda, si es posible, de frau Merkel et all. Remember Willy Brandt!

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