Hoy me siento bajo una sensación de mareo, consciente de la situación de equilibrio inestable en la que transcurren nuestras vidas, sumidas en un vértigo, un temblor, que puede ser divertido o preocupante, según el tema de fondo que estemos considerando.
“Todo se derrumba” es el título de la primera novela africana que leí, hace ya muchos años. Su autor, Chinua Achebé, un nigeriano de etnia Ibo, describe magistralmente el derrumbamiento de la cultura africana en una aldea a la que llegan los blancos, no en forma de soldados, sino representados por un misionero anglicano, aunque los soldados están detrás. Esta novela es uno de los mejores libros que se ha escrito sobre el significado del colonialismo, que es destrucción cultural antes que dominación económica. Lo curioso es que este derrumbamiento cultural, Achebé lo describe muy bien, no es administrativo ni político, sino que transcurre en el corazón de las personas, se hace por individuos dominantes actuando, sin reparar en las consecuencias de lo que hacen, sobre individuos dominados, que tropezando unos contra otros terminan derrumbándose todos juntos.
Amine Boustil (2010).- Nyesha dreams (La caja de Pandora) |
Los griegos representaron estos derrumbamientos con un mito, el de la caja de Pandora. Abres algo que debería haber permanecido cerrado, o liberas algo que tendría que haber seguido encadenado. Esto pone en acción fuerzas que no se saben o no se pueden controlar, con lo que todo se va descoyuntando paso a paso, hueso a hueso.
Escandalizar a los inocentes es una forma de abrir esta caja. Pero hay muchos más ejemplos. Uno, muy actual, es el del hiperliberalismo que ha resultado en una desregulación total de los mercados financieros, y con ello en la cadena de grandes crisis económicas que, derrumbando el viejo orden capitalista, puede llevar al mundo a un cambio de época, es decir, de civilización y de cultura. En otro orden de cosas, cada uno de nosotros lleva dentro su propia caja de Pandora, que es su subsconsciente, su monstruo verde, su Hulk. Jugamos con él cada noche cuando soñamos, y nos engañamos respecto a estos juegos en el recuerdo que de ellos nos queda, para que no se derrumbe nuestra conciencia, al menos así lo vio el gran Freud.
Pero hay otros mecanismos que pueden llevar al derrumbe de lo establecido.
Foto tomada del blog Cabo Leeuwin |
Maitena.- Círculo vicioso |
Uf!, puedo dar la impresión de que me estoy pasando, casi todo lo que llevo escrito es pesimista o fatalista. Pero hay otra cara esperanzadora en este asunto, y voy a asomarme ahora a ella.
Si todo se derrumba, también lo hace aquello que nos limita o condiciona. Si existen las cajas de Pandora, también están esas otras en las que guardamos nuestros secretos más preciosos, esos que son capaces de llenarnos de energía creadora. Los equilibrios inestables no solo afectan a lo que nos sostiene, también a lo que nos oprime. Y si hay círculos viciosos, también los hay virtuosos.
Todo, antes o después, termina derrumbándose, lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, lo liberador y lo opresivo. Por eso los humanos, lo queramos o no, recorremos nuestras vidas destruyendo y creando, desmontando y reconstruyendo. No hay otro camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario