“Mas los filisteos le
echaron mano y le sacaron los ojos y le llevaron a Gaza; y le ataron con
cadenas para que moliese en la cárcel” (Jueces, 16:21)
Rembrandt (1636).- La ceguera de Sansón |
No he querido comentar nada acerca de lo que está pasando en
Gaza hasta tener cierta perspectiva. Desde un punto de vista simbólico, la
tragedia que transcurre allí tiene muchas semejanzas con lo que le pasó a
Sansón, juez de Israel, cuando estando en Gaza con Dalila, mujer filistea
de la que se había enamorado, ésta le cortó el pelo y con él su fuerza hercúlea,
pudiendo ser así capturado por los filisteos, que le sacaron los ojos. Ciego quedó Sansón en Gaza. Rembrandt
pinta este acontecimiento con gran fuerza expresiva.
En mi simbolismo Sansón representaría al gobierno de Israel,
Dalila a la tierra de Palestina y los guerreros filisteos a todos los odios y
contraodios que se han venido acumulando en aquel escenario desde mucho antes
de la creación del estado de Israel (baste con considerar las Cruzadas), generando violencias y venganzas que parecen no
tener fin.
Quiero significar lo siguiente:
1).- Así como Sansón es solo un juez de Israel, el gobierno
que se ha dejado arrastrar a esta matanza es solo una facción política del
estado israelí y no representa ni a todo Israel ni mucho menos a todos los
judíos del mundo. Ello a pesar de que en
este enfrentamiento muchos israelíes, asustados por los atentados continuos y
los misiles indiscriminados lanzados contra ellos por Hamas, apoyen unas
acciones de su gobierno que rozan el genocidio, y muchos judíos europeos o
americanos, temerosos respecto al futuro de Israel, no las condenen.
2).- Este gobierno israelí, cegado como Sansón, ha
renunciado a alcanzar una solución pacífica del problema
israelopalestino. Renuncia que viene de antiguo, pues ya se produjo después
de que el primer ministro israelí, Isaac Rabin, fuera asesinado en 1995 por un
extremista también israelí, tras firmar en 1994 los Acuerdos de Oslo con Yaser
Arafat, que abrieron el paso a un estado palestino. Y la ceguera se la han
producido los que desde el lado
palestino, con Hamas a la cabeza y con apoyos externos como Hezbollah e Iran,
han persistido en negar el derecho a la existencia del estado de Israel, aplicando a ello toda la violencia de un
terrorismo despiadado.
3).- La guerra que se ha desatado, de la que la matanza de
Gaza no es sino una de sus batallas, la están ganando a la vez los dos bandos
violentos que se enfrentan y la están perdiendo los dos pueblos que tienen
detrás. La estrategia del gobierno israelí parece dirigida a hacer inevitable la
anexión definitiva de Cisjordania, lo
que puede llevar a la expulsión de todos
los palestinos que la habitan. Mientras
que Hamas, atrincherado tras una población palestina inocente a la que utiliza
como rehén, provoca la violencia israelí para ahondar las raíces del odio hacia
ese estado. Todo esto alcanza las dimensiones de una tragedia, dándole a esta
palabra el significado que le dio Unamuno en su Sentimiento trágico de la vida: “una perpetua lucha, sin victoria
ni esperanza de ella”. Un enfrentamiento perdido de antemano contra un destino
adverso.
El inacabable conflicto israelopalestino
es un paradigma del mundo
sombrío en que vivimos. Su resolución es una condición necesaria aunque no suficiente para que el
mundo, es decir la Tierra entera, alcance una paz duradera.
Sencillamente dos niños (foto de Debi Cooper) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario