Este es el título del artículo
publicado en Project Syndicate (del que hay una buena traduccion al español) por Peter Singer, el filósofo autor de Animal Liberation y profesor de bioética
en Princeton.
Se refiere Singer a la urgencia
de actuar contra el cambio climático y a la enorme trascendencia que va a tener
en este sentido el éxito o fracaso de la conferencia COP21, a celebrar en
Paris, el mismo París del viernes 13, a partir del 30 Noviembre 2015.
Peter Singer |
Dice Singer que si no se consigue
detener el calentamiento global en el límite que piden los científicos, una
subida máxima de 2ºC de la temperatura media de la Tierra sobre la que tenía
antes de que empezara la industrialización (hasta ahora esa subida es de
0,8ºC), de modo además que se alcance este objetivo antes del 2030, la especie
humana sobrevivirá, sí, aunque muchas otras especies animales y vegetales se
extinguirán. Nuestra civilización tecnológica también es casi seguro que
sobreviva. Pero morirán varios cientos, si no miles de millones de personas en
las zonas más afectadas por el cambio climático, que serán también las más
pobres de la Tierra.
Y en efecto, cada día se habla
más de MITIGACIÓN de los efectos del cambio climático antes que de DETENCIÓN de
ese cambio. Como si se aceptara que no seremos capaces de detenerlo o mejor,
que tardaremos más de la cuenta en conseguirlo. Convencidos de que quienes
mueven nuestra civilización son unas megamáquinas ciegas que solo saben generar
crecimiento y sobre las que tenemos muy poco control. Y de que los que vivimos
en países ricos de latitudes medias no sufriremos demasiado los efectos de un
cambio climático al que, finalmente, llegaremos a controlar, aunque tarde para
sus víctimas más vulnerables.
Diablos, a mí me parece ver
dibujado así uno de los posibles escenarios de la III Guerra Mundial. El cambio
climático empobrece hasta límites de miseria insoportable (debilidad de las
personas y aumento de las catástrofes naturales) a buena parte de Africa,
Oriente Medio, Asia Central, subcontinente indio-paquistaní y regiones de
Extremo Oriente. Como consecuencia hay migraciones masivas hacia Europa, Rusia
incluida. A la vez que revoluciones y
revueltas en los países más afectados. El fundamentalismo teológico se presenta como una esperanza
ultraterrena para los más desesperados. Y un terrorismo dotado de armas
insospechadas hasta ahora se convierte en el más importante frente de batalla
en esta III Guerra Mundial.
USA se convierte en una
fortaleza, a Latinoamérica la salva su lejanía, así como sus recursos y su relación
recursos/población. Pero el resto del Mundo, ¡pobre gente! Y Europa,
desgraciada Europa, una vez más en el ojo del huracán.
¿Exagero?
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