El tiempo tiene extensión y
densidad. A veces pasa muy despacio, otras insoportablemente deprisa. A veces
está tan lleno de acontecimientos que no permite acordarse de lo helada que es
la soledad. A veces tan vacío que huele a muerte, a abandono.
Tú peleas con todas tus armas
para convencerte de que este tiempo que acabas de describir no es el tuyo, sino
el que está ahí fuera, esperando a los que pasen con la intención de
asustarlos. Tu tiempo, el tuyo, más que un tiempo es una búsqueda. Aunque no
estás seguro de que es lo que buscas, sí sabes que lo reconocerás cuando lo
encuentres. Por eso no paras, te has prohibido cualquier intento de descansar.
Así es tu vida, al menos así es como tú quieres que sea.
Esta misma tarde, desde Punta Tilduco, Duhatao, Chiloé |
1 comentario:
Pasar por aquí es en cierto modo asomarse a la belleza de un mundo... De su mundo apreciado Olo, tan poblado de imágenes preciosas y de palabras que saben llegar a algún rincón del alma...
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