Nuestro tiempo, tan tecnocientífico, ha reducido el mundo de los sueños a sus expresiones neurológicas, entre las que destaca el REM (rapid eye movement). Pero los humanos sabemos que contiene mucho más. Un sueño es capaz de conmoverte, intrigarte, traerte recuerdos que creías olvidados y, en el caso de una pesadilla, llenarte de miedo o angustia. Por eso aceptamos que la ciencia no es todavía capaz de desentrañar los significados y los motivos de los sueños, encerrando ese “todavía” nuestra fe en el poder iluminador de la ciencia, que en algunos casos tiene un carácter casi religioso.
Yo me muevo esta mañana por otras vías. Hace un rato, a las siete y media, me he despertado como casi todas las mañanas, sin memoria de haber soñado. Pero hoy, además, con lo que solo un poeta sería capaz de describir, algo así como “lleno el corazón de una extraña emoción”. Además con la sensación de que esta emoción tiene una causa, un origen y un significado.
¿Qué hay en esto, veleidades de la condición humana, premoniciones, quién lo sabe? Los escépticos dirían con ironía que se trata de un ruido de tripas mental. Pero cuando las tripas suenan siempre hay alguna causa.
¿Se puede soñar despierto?
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