Puesto que los medios de comunicación de todo el mundo están por el poder y para el poder, lo quieran o no, porque para subsistir hay que vivir del apoyo de los gobiernos y la publicidad, no ha trascendido lo suficiente el extraordinario proceso de lucha noviolenta que están llevando a cabo los estudiantes chilenos.
Hace ya más de dos meses que tanto los universitarios como los estudiantes de secundaria están en huelga para conseguir una educación gratuita y de calidad. La huelga es masiva, muchos centros de secundaria han sido tomados por los estudiantes (niños) en huelga, algunos de los cuales, ante la incapacidad del gobierno para abrir un diálogo, han iniciado una huelga de hambre. Todos están dispuestos, si es necesario, a perder este curso.
Lo anterior es ya de por sí extraordinario, pero todavía más lo es que muchas, me atrevería a decir que la mayoría, de las familias de estos niños y jóvenes, es decir, una buena parte de la sociedad chilena, los apoya. Está detrás de ellos, como puede verse en el vídeo que acompaño.
Tanto el gobierno de Piñera como la oposición han sido cogidos de través por la amplitud y hondura de este movimiento, dando la impresión de que no saben cómo enfrentar el problema. Así es la historia, porque lo que está pasando en Chile puede que sea historia de la grande.
¿Por qué he considerado todo esto una lección para los jóvenes indignados españoles del 15M? Porque la claridad de objetivos, el compromiso personal y la acción noviolenta son mucho más firmes y claros en Chile que en España. Y nadie lo ha preparado, no hay conspiradores, se ha ido fraguando espontáneamente. Como los aludes de los glaciares, quizá haya sido el batir de las alas de una mariposa lo que ha producido la avalancha. Algo que esperaba una oportunidad, encarnado muy hondo en la sociedad chilena, ha eclosionado. Ya lo he dicho, así es la historia.
Claridad de objetivos.
Compromiso personal.
Acción firme y noviolenta.
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