El 9 de enero del
2013 han volado los chalilos en Chiloé. Me lo comunica amablemente un lector de
mi blog que reside en San Juan, comuna de Ancud. Este año lo han hecho casi exactamente un mes
antes que en 2012 y 2011, ¿será esto aviso de un verano más cálido?
En cualquier caso, sí es señal de lo próxima que está la
naturaleza en Chiloé. Una multitud de chalilos ha esperado impaciente en los
escondrijos de sus colonias, dentro de árboles muertos, contando el calor que cae
sobre ellos los días veraniegos, descontando el frío de las noches, hasta que ha
llegado el momento en que han acumulado lo suficiente de esa hormona
desconocida para que se produzca una revolución. ¡Todo el mundo a volar en
busca de una pareja, todos listos para engendrar nueva vida, nuevas colonias,
tiempo niño y nuevo!
Lo que circula con ellos en sus vuelos, lo que se entremete
con ellos hasta en los rincones más inaccesibles de las casas chilotas, es amor,
un amor animal y primitivo, quizá por eso más inocente y desinteresado que el
que circula por nuestros cerebros humanos.
La vida de la mayoría de estos chalilos voladores será
brevísima. Pero eso es según el tiempo de fuera. Y el tiempo que verdaderamente
cuenta, para los chalilos también, es el de dentro, ese que puede hacer sus vidas inmensas.
1 comentario:
!19-20 enero 2015...miles de chalilos en nuestra casa.!!!!
Beello y desesperante a la vez !!!!
X miles a eso del ocaso !
Saludos
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