En el marco cultural en que hoy vivimos los países
occidentales, no debería haber conflicto entre Ciencia y Religión. Pertenecen
una y otra a ámbitos completamente diferentes, la Ciencia se ocupa de la
Naturaleza, la Religión de Dios.
La Religión (intento referirme a todas las religiones en su
conjunto) ve a Dios como el origen, el fundamento y el fin de todo lo que existe.
La Ciencia está interesada en comprender todo lo que existe en sí mismo: la concatenación
de causas que han llevado a lo que existe ahora, las leyes naturales que
definen como funciona todo lo que existe, la concatenación de efectos que
llevará a lo que exista en el futuro. La Religión cree en una comunicación de
Dios con el Hombre a través de distintas formas de revelación. La Ciencia cree
en una comunicación del Hombre con la Naturaleza a través del método
científico. Tanto la revelación como el
método científico son lenguajes que establecen una relación entre el Hombre y
dos ámbitos completamente distintos, Dios y la Naturaleza.
Aún así, tanto la Ciencia como la Religión son obra de los
Hombres y por eso es inevitable que interaccionen y entren en conflicto. Las
dos están en la Historia, y como ambas son poderosas las dos participan en la
construcción de la Cultura y en el ejercicio del Poder.
Como ámbitos culturales, las dos han venido compitiendo por
dar una explicación (en el caso de la Ciencia) o una justificación (en el de la
Religión) a la pregunta del “quienes somos – de dónde venimos – adónde vamos”.
Como ámbitos de poder, las dos aspiran, a través de sus
brazos armados, la Tecnología (en el caso de la Ciencia) o las Iglesias (en el
de la Religión) a domesticar a los humanos y así organizar el Mundo.
Ambas hacen lo que hacen de buena fe. Desde los principios
shamanistas de la historia de los hombres, Ciencia (hierbas con poderes
curativos) y Religión (conexión con lo espiritual) han estado en la doble tarea
de ayudar a los humanos a enfrentarse con el problema de la muerte y domesticarlos para que dejen de ser unos hambrientos y congelados caníbales,
capaces de las mayores barbaridades.
En esta difícil tarea ambas han cometido
errores importantes, partícipes como son, inevitablemente, de la falibilidad humana.
Guerras religiosas feroces (caza de herejes, infieles y brujas), pero también
guerras tecnológicas terribles (bomba atómica, cambio climático, ecocidios
diversos, efectos colaterales de las armas modernas sobre poblaciones
inocentes).
Y ambas, mientras que los humanos sean humanos, tendrán que
seguir caminando, juntas si es posible. Incluso cogidas de la mano, como dos hermanas
que miran la belleza de todo lo que existe y del misterio que lo rodea con sus
ojos puestos en direcciones bien diferentes. Hijas, ambas, del Hombre, entendido
éste en su sentido más natural pero también en su sentido más sagrado.
1 comentario:
Muy interesante apreciado Olo... Para mí están muy unidas... El Creador Es El Científico que mueve todo en la naturaleza. De otro lado las religiones presentan entre sí muchas diferencias, discordancias, contradicción de ídeas... No olvido nunca una enseñanza en mis primeros semestres de derecho ¿El sentido de una ley es obscuro; no es lo suficientemente claro?... Vaya a la fuente.
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