Una de las cosas que hacen interesante la vida es que pocas
de tus expectativas terminan siendo como tú esperabas o anhelabas o temías. El
futuro, eso que existiendo no lo hace todavía, está lleno de sorpresas.
Ayer envié de vuelta a España 113 kg de libros, casi tantos
como los que traje de allí hace siete años. Aquí ha quedado toda la colección que he ido comprando de textos relacionados con Chiloé o Chile, así como casi todos los que traje
relacionados con la Naturaleza. Entre los que se han ido de vuelta están muchos
de los que he venido leyendo desde que era joven y que han significado algo importante para
mí.
Los traje para que me acompañaran en una aventura que me ilusionaba muchísimo. Apenas los he releído aquí, me ha faltado un tiempo que he
dedicado a conocer la Cultura de Chiloé, impregnarme de su Naturaleza y escribir.
Más de medio millón de palabras son las que he escrito durante mis estancias
aquí, que son muchas, muchísimas palabras. En la pila enorme de chatarra
literaria que forman tiene que haber, forzosamente, algunos tesoros escondidos.
Así de desmantelada ha quedado mi querida biblioteca. |
Yo he sido también, durante toda mi vida, un buscador de
tesoros, y algunos he encontrado entre ese montón de viejos libros que
ahora retornan a su antiguo hogar. Cuando los leía los subrayaba sin respeto
alguno, con esa furia que tienen los jóvenes, como si fueran tierra que yo
estuviera arando para sacarle fruto. Ahora la cola que un día los encuadernó
está tan seca por el paso del tiempo que si no los trato con cariño se
despedazan entre mis manos. Viejos y venerables como son, importantísimos como
han venido siendo para mí, no quiero de ninguna manera separarme de ellos.
¿Puede haber algo más digno de respeto que ese libro que
llega a ser capaz de hacerte descubrir en ti mismo, en tu experiencia de la
vida acompañada por tu reflexión, alguna de las grandes verdades que vuelan a
baja altura sobre el mundo? No lo creo.
Ese libro que llega a ser tu amigo entrañable, tu compañero
de viaje, tu bastón y hasta tu alimento.
Libros así existen y seguirán existiendo siempre. A pesar de
toda la parafernalia electrónica e informática, tan útil por otra parte, tan
universal, tan potente. Libros que son como la fortaleza tras cuyas murallas tú
mantienes abrigada la parte más preciosa de tu intimidad.
2 comentarios:
También les pasa el tiempo!
Verdad. Por cierto que una de las cosas que siempre me ha gustado es rebuscar en las librerías de viejo, en Madrid las hay bastante buenas, y en Sevilla hay todos los años una Feria del Libro Antiguo que es una gozada. Claro que en esto sí que se está notando la presencia de Internet. En el portal de Iberlibro puedes encontrar lo que quieras en libros en español. Y en el portal de Internet Archive muchísimos libros antiguos en español, inglés y hasta francés y aleman, digitalizados a .pdf.
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