El tremendo atentado de Paris no
puede justificarse en la línea desesperada de lo que fue el terrorismo
palestino de hace treinta o cuarenta años. Como tampoco puede explicarse como
un alzamiento popular la brotación sorprendente del Ejército Islámico en
poquísimo tiempo, ni la de Al Qaeda en su día. Presiento que hay algo más, algo
oculto, subterráneo, perverso, con poder entre sus manos ensangrentadas y con
un propósito que todavía no alcanzamos a comprender bien.
¿Fuerzas ocultas que podrían
estar hasta en el inicio de una próxima guerra global? Habría que considerarlo
así, al menos como una hipótesis de trabajo. La coincidencia de este atentado
brutal en Paris con la cercanía de la inauguración de la COP21 en la misma
ciudad, conferencia en la que hay muchas esperanzas de que con la
incorporación, por fin, de USA y China, se le pueda poner un límite al cambio
climático, esa coincidencia, no puede ser casual. Como tampoco pudo ser casual,
a una escala más local, la coincidencia del atentado del 11M con unas
elecciones generales en España.
Están los que disparan, pero más
importantes son los que eligen los objetivos.
Temo que haya alguien por las
cloacas del mundo, con mucho poder, mucho dinero y una perversidad sin límites,
utilizando estas nuevas armas subterráneas con fines políticos, o quizá sería
mejor decir geopolíticos. Si así fuera, si estuviéramos ante una guerra sucia
de dimensiones desconocidas, capaz de destruir países como Siria e Irak y de
aterrorizar con el terrorismo a todo el mundo occidental, malos, muy malos
tiempos se nos acercan.
Ojalá me equivoque.
Es como si alguien se pusiera de
pronto a dar patadas por debajo de la mesa. Hay que levantar los faldones,
asomarse debajo y averiguar quién lo está haciendo. Un tiempo el que viene para
nuevas formas de guerra, para los servicios de inteligencia y las armas de la
información. Pero sobre todo un tiempo para consolidar la paz entre las naciones,
para abrir los brazos, tender puentes y ser visionarios.
Un tiempo para construir de una vez una paz duradera.
3 comentarios:
Terrible y triste... Deben ser los mismos que están tras los asesinatos con cuchillos, y bombas en las calles de Israel... Matando familias, ancianos, mujeres, niños. Simples transeuntes que de pronto se ven atacados por la espalda o atrtopellados por un carro, desde hace varios días.
Estimada Paola,
Sospecho que el enfrentamiento que estamos viviendo desborda al contencioso árabe-israelí, lo que no significa que no esté conectado con él, sino que va mucho más allá. Está el enfrentamiento creciente entre dos gigantes del Medio Oriente, el chiismo y el sunnismo, cada día más potente. Y está la lucha en Africa entre un cristianismo con raíces en Occidente y un islamismo apoyado por el sunnismo, que cada día más es una lucha por el control de recursos agrícolas esenciales en un mundo amenazado por el cambio climático. Y está el afán chiita (iraní), afortunadamente moderado por Obama, por conseguir el arma nuclear. Y la crisis que ya está aquí de la industria petrolera con intereses en Oriente Medio y en Rusia y Asia Central, que se ve amenazada por la “exitosa” extracción de petróleo de los esquistos en USA (el famoso fracking), que ha liberado a este gigante de las importaciones de petróleo, así como por la presión creciente para reducir el uso de combustibles fósiles para mitigar el cambio climático. Y la rivalidad inextinguible entre dos gigantes demográficos y pronto económicos, Pakistan y la India. Todo esto y seguramente mucho más.
En el caso que nos ocupa, la coincidencia entre el ataque terrorista en Paris (13 noviembre) y la pronta inauguración allí de la COP21 (30 noviembre) me parece muy significativa, no lo puedo evitar.
En lo que se refiere a Israel, de acuerdo en que es completamente inadmisible que acuchillen aleatoriamente por la calle a ciudadanos inocentes. Sin intentar poner los hechos a niveles de igualdad, también fue inadmisible el último ataque del ejército israelí en Gaza, por el ingente número de víctimas civiles de los bombardeos. Como es inadmisible, y lo sé de primera mano por amigos israelíes, que una población inocente esté permanentemente sometida a los ataques de los aleatorios misiles que lanza Hamas desde territorio palestino, que cualquier día a cualquier israelí que viva en zona amenazada le matan un hijo mientras está jugando. Como fue terrible y ominoso que dos grandes hacedores de la paz, Rubin en Israel y Anuar el Sadat en Egipto, fueran asesinados por fuerzas oscuras de su propio bando. Y como fue injusto que, como me decía hace muchos años un buen amigo judío, los poderes árabes mantuvieran entre los años 50 y 70 y por motivos políticos a los campamentos palestinos en la indigencia, habiendo podido solucionar el problema con el dinero que tenían. Y como fue injusto también que la Europa victoriosa de la IIGM, particularmente Inglaterra, pero también USA, no hubieran forzado la constitución del estado de Israel después de haber sido el propio Occidente el responsable de la Shoá, obligando así a Ben Gurion a recurrir a una guerra en el borde del terrorismo para conseguir la independencia. Pero todo este contencioso árabe/israelí no es ya el centro de la cuestión, al menos a mí así me lo parece. Las fuerzas oscuras y perversas, las que sean, que no sé cuáles son ni quiero apuntar a nadie con el dedo porque no tengo pruebas, tienen hoy sin duda intereses mucho más globales.
Substancioso análisis... Se aprende. Gracias apreciado Olo. Pienso igual que usted, detras de lo aparente y adèmas de ello, debe haber algo profundo, intereses, y ambiciones terribles manipulando.
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