sábado, 14 de noviembre de 2015

VIERNES 13/11/2015: TERRORISMO EN PARIS.

El tremendo atentado de Paris no puede justificarse en la línea desesperada de lo que fue el terrorismo palestino de hace treinta o cuarenta años. Como tampoco puede explicarse como un alzamiento popular la brotación sorprendente del Ejército Islámico en poquísimo tiempo, ni la de Al Qaeda en su día. Presiento que hay algo más, algo oculto, subterráneo, perverso, con poder entre sus manos ensangrentadas y con un propósito que todavía no alcanzamos a comprender bien.

¿Fuerzas ocultas que podrían estar hasta en el inicio de una próxima guerra global? Habría que considerarlo así, al menos como una hipótesis de trabajo. La coincidencia de este atentado brutal en Paris con la cercanía de la inauguración de la COP21 en la misma ciudad, conferencia en la que hay muchas esperanzas de que con la incorporación, por fin, de USA y China, se le pueda poner un límite al cambio climático, esa coincidencia, no puede ser casual. Como tampoco pudo ser casual, a una escala más local, la coincidencia del atentado del 11M con unas elecciones generales en España.

Están los que disparan, pero más importantes son los que eligen los objetivos.

Temo que haya alguien por las cloacas del mundo, con mucho poder, mucho dinero y una perversidad sin límites, utilizando estas nuevas armas subterráneas con fines políticos, o quizá sería mejor decir geopolíticos. Si así fuera, si estuviéramos ante una guerra sucia de dimensiones desconocidas, capaz de destruir países como Siria e Irak y de aterrorizar con el terrorismo a todo el mundo occidental, malos, muy malos tiempos se nos acercan.

Ojalá me equivoque.


Es como si alguien se pusiera de pronto a dar patadas por debajo de la mesa. Hay que levantar los faldones, asomarse debajo y averiguar quién lo está haciendo. Un tiempo el que viene para nuevas formas de guerra, para los servicios de inteligencia y las armas de la información. Pero sobre todo un tiempo para consolidar la paz entre las naciones, para abrir los brazos, tender puentes y ser visionarios.

Un tiempo para construir de una vez una paz duradera. 

3 comentarios:

Paola Arciniegas dijo...

Terrible y triste... Deben ser los mismos que están tras los asesinatos con cuchillos, y bombas en las calles de Israel... Matando familias, ancianos, mujeres, niños. Simples transeuntes que de pronto se ven atacados por la espalda o atrtopellados por un carro, desde hace varios días.

olo dijo...

Estimada Paola,

Sospecho que el enfrentamiento que estamos viviendo desborda al contencioso árabe-israelí, lo que no significa que no esté conectado con él, sino que va mucho más allá. Está el enfrentamiento creciente entre dos gigantes del Medio Oriente, el chiismo y el sunnismo, cada día más potente. Y está la lucha en Africa entre un cristianismo con raíces en Occidente y un islamismo apoyado por el sunnismo, que cada día más es una lucha por el control de recursos agrícolas esenciales en un mundo amenazado por el cambio climático. Y está el afán chiita (iraní), afortunadamente moderado por Obama, por conseguir el arma nuclear. Y la crisis que ya está aquí de la industria petrolera con intereses en Oriente Medio y en Rusia y Asia Central, que se ve amenazada por la “exitosa” extracción de petróleo de los esquistos en USA (el famoso fracking), que ha liberado a este gigante de las importaciones de petróleo, así como por la presión creciente para reducir el uso de combustibles fósiles para mitigar el cambio climático. Y la rivalidad inextinguible entre dos gigantes demográficos y pronto económicos, Pakistan y la India. Todo esto y seguramente mucho más.

En el caso que nos ocupa, la coincidencia entre el ataque terrorista en Paris (13 noviembre) y la pronta inauguración allí de la COP21 (30 noviembre) me parece muy significativa, no lo puedo evitar.

En lo que se refiere a Israel, de acuerdo en que es completamente inadmisible que acuchillen aleatoriamente por la calle a ciudadanos inocentes. Sin intentar poner los hechos a niveles de igualdad, también fue inadmisible el último ataque del ejército israelí en Gaza, por el ingente número de víctimas civiles de los bombardeos. Como es inadmisible, y lo sé de primera mano por amigos israelíes, que una población inocente esté permanentemente sometida a los ataques de los aleatorios misiles que lanza Hamas desde territorio palestino, que cualquier día a cualquier israelí que viva en zona amenazada le matan un hijo mientras está jugando. Como fue terrible y ominoso que dos grandes hacedores de la paz, Rubin en Israel y Anuar el Sadat en Egipto, fueran asesinados por fuerzas oscuras de su propio bando. Y como fue injusto que, como me decía hace muchos años un buen amigo judío, los poderes árabes mantuvieran entre los años 50 y 70 y por motivos políticos a los campamentos palestinos en la indigencia, habiendo podido solucionar el problema con el dinero que tenían. Y como fue injusto también que la Europa victoriosa de la IIGM, particularmente Inglaterra, pero también USA, no hubieran forzado la constitución del estado de Israel después de haber sido el propio Occidente el responsable de la Shoá, obligando así a Ben Gurion a recurrir a una guerra en el borde del terrorismo para conseguir la independencia. Pero todo este contencioso árabe/israelí no es ya el centro de la cuestión, al menos a mí así me lo parece. Las fuerzas oscuras y perversas, las que sean, que no sé cuáles son ni quiero apuntar a nadie con el dedo porque no tengo pruebas, tienen hoy sin duda intereses mucho más globales.

Paola Arciniegas dijo...

Substancioso análisis... Se aprende. Gracias apreciado Olo. Pienso igual que usted, detras de lo aparente y adèmas de ello, debe haber algo profundo, intereses, y ambiciones terribles manipulando.