Una tarde de tormenta, desde Punta Tilduco (Chiloé) |
De pronto tienes la sensación de que el tiempo, tu tiempo, no ha pasado nunca, de que tu pasado es tu verdadero presente y que tu presente no es sino un palpitar de tus sentidos, estando como estás a la orilla del río interminable por el que fluye todo lo que existe.
Sí, cuando tienes esa extraña sensación desaparece toda la pena y toda la angustia que en tantas otras ocasiones llegas a sentir, acerca de lo que fue y no volverá a ser o no debería haber sido.
Entonces te sientes totalmente acompañado, dándote cuenta de que tú eres sobre todo la compañía que te dan tus recuerdos.
Y experimentas una necesidad tranquila de perdonar y ser perdonado, querer y ser querido, amar y ser amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario