martes, 28 de febrero de 2012

Desdoblamiento

Experimentando la extraña sensación de que me observo desde fuera de mí.

Esto, que ahora me sucede con frecuencia, jamás me pasó cuando era joven. Entonces todo mi yo era absolutamente inmanente y mis sensaciones mucho más vividas y encarnadas. 
En mi inmanencia, todas las partes de mí cuerpo/alma experimentaban a la vez las mismas vivencias, compartiéndolas pero interpretándolas cada una a su manera. ¡Qué potencia sinérgica!...
Por ejemplo: cuando yo era un niño, una noche invernal, fría y lluviosa, vivida desde mi cama, era mucho más que eso; era el confortable calor de mis sábanas, la nostalgia de mi mamá, el orgullo reconfortante de tener una mamá que me protegía, el imaginar la posibilidad de quedarme huérfano hasta llegar a sentir mucha pena, todo eso y mucho más.
Otro ejemplo: cuando yo no había llegado a los cuarenta, un sentimiento de nostalgia o tristeza o alegría, no se quedaban en eso, se convertían en sensaciones, transformaban el paisaje que me rodeaba, el sol brillaba más o menos que antes, el color y los tonos de las plantas cambiaban, los aromas del mundo empezaban a o dejaban de percibirse, todo eso y mucho más.


M.C. Escher (1935).- Autorretrato en esfera reflectante


En contraposición, ahora que soy viejo mi psique me observa desde fuera, la saludo todas las mañanas en el espejo del cuarto de baño, aunque durante el resto del día se comporta como si fuera mi sombra. 


Incansable, esa  psique mía proyectada fuera de mí diseca mis vivencias, reduciéndolas a sus distintos elementos. Ya solo percibo el frío de una tarde lluviosa como un montoncito de grados centígrados y otro muy distinto de gotas de lluvia. Mi tristeza no es sino tristeza, y lo mismo pasa con mi alegría. Mi psique, viéndome desde fuera de mí, se da cuenta de nuestra común insignificancia, ese es el punto clave.

Esto a veces resulta desolador, pero uno, poco a poco, se va acostumbrando.

Siempre queda, por otra parte, el recurso inagotable de la imaginación interior. Si ya no te es posible convertir el sonido del frío cuando ulula en el viento invernal en un confort de cama caliente o un amor de madre, todavía puedes imaginarte el calor de una cama o el amor de una madre hasta que llegues a sentir el frío de su ausencia. 


sábado, 25 de febrero de 2012

Locura

Intentaré sintetizar en muy pocas palabras la visión que esta madrugada ha cristalizado en mi cerebro lunático.

Estamos ante un cambio de época. Las creencias que sustentaban la marcha del mundo desde los tiempos de la Ilustración no sirven ya. Se ha perdido la fe en el PROGRESO, este dios que nos ha venido acompañando desde entonces se está muriendo. Dicho de una forma complementaria: nos hemos liberado de la dictadura del CRECIMIENTO ECONÓMICO, ese Viejo Régimen que si se le deja seguir actuando acabará con nuestro Mundo.

El nuevo paradigma, que define la época que está naciendo, es el del EQUILIBRIO. Estamos dejando de ver el Mundo como un globo que se infla sin freno para empezar a verlo como un proyecto de jardín. En adelante el crecimiento  lo será hacia dentro, hacia eso más hondo que en cada uno de nosotros y en la naturaleza entera está esperando a ser descubierto para ser simplemente cuidado y admirado.

Esto es lo esencial del parto histórico que se acerca. Lo demás son corolarios.

Apenas he dormido esta noche, pero me siento eufórico. Cualquiera que me lea y todavía se considere cuerdo pensará que estoy loco.

Loco estoy, en efecto, pero no porque haya mirado durante más tiempo del prudente a la Luna llena. La locura que me afecta es una condición necesaria para la libertad interior, indispensable a su vez para ser capaz de ver cómo se acerca una ruptura histórica imparable. Está en nuestras manos, las de todos, que lo haga sin generar mucho sufrimiento.

21 julio 1969.- La Tierra amanece sobre el horizonte lunar, en una foto tomada por los astronautas del Apolo XI momentos antes de que alunizara su modulo lunar tripulado. Han pasado más de 40 años desde entonces, y ya es imposible seguir ignorando que nuestro planeta Tierra es demasiado pequeño y frágil para nuestras desbocadas ambiciones. (NASA)

jueves, 23 de febrero de 2012

Ceguera

Caminábamos uno detrás de otro por el túnel oscuro, con nuestras manos apoyadas en los hombros del que iba delante, para no tropezar. Lo hacíamos sin ver nada, entre tinieblas tan impenetrables como la roca que nos rodeaba. Nuestro encadenamiento nos permitía mantener una marcha ordenada, también nos obligaba a hacerlo.

Con el tiempo, una vez que nos acostumbramos a aquella extraña situación, llegamos a sentirnos hasta cómodos. No había más que ajustar la longitud de los pasos con el que iba delante para no enredarse ni enredarlo. Hecho esto y manteniendo el ritmo adecuado, uno podía hasta distraer la atención y dedicarse a pensar en sus cosas.


Pero, como todo en la vida, el túnel llegó a su final. Sin esperarlo todos fuimos, uno tras otro, arrojados despiadadamente a la luz.

Allí estábamos ahora, apiñados en la plataforma de salida, rodeados de montañas pero bajo un sol de mediodía que llegaba con toda su intensidad hasta nosotros, cegándonos.

Allí estábamos cegados, con los brazos extendidos, dando vueltas y tropezando unos contra otros, sin saber qué hacer.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Tambores de guerra

La comisión enviada a Irán por la Agencia Internacional de Energía Atómica para inspeccionar las instalaciones nucleares iraníes ha fracasado en sus propósitos, al no habérsele permitido visitar la base militar de Parchin. Esto es lo que dice hoy la prensa. Significa que la probabilidad de que Israel  lance un ataque aéreo para destruir esta amenaza a su seguridad ha aumentado mucho. O sea, que una guerra podría iniciarse en cualquier momento.

Estrecho de Ormuz
Las cosas pueden complicarse muchísimo. Es seguro que los israelíes sean capaces por sí solos de lanzar un raid aéreo para destruir la amenaza atómica iraní. Pero muy probablemente esto no sería más que un comienzo. Iran reaccionaría amenazando la navegación por el estrecho de Ormuz, hasta hacerla impracticable para los superpetroleros procedentes del todo el mundo (en particular Europa, China y Japón). Ello obligaría a una coalición (USA, Europa, Japón, quizá China) a tomar el estrecho de Ormuz, es decir, a invadir Iran, en una guerra de ocupación de final incierto.




Lo que le faltaba a la depresión económica que sufre Europa es ver reducidos los suministros de petróleo, con las inevitables subidas astronómicas de precios. Lo mismo para Japón y China, cuya economía es quebradiza.

Es sorprendente y lamentable que todavía, en el año 2011, pueda encontrarse el mundo ante situaciones así. Lo peor es que llegue un momento en que ninguno de los protagonistas de esta amenaza (Obama por su influencia sobre Israel, Netanyahu, Ahmadineyah) pueda frenar, y los acontecimientos se precipiten en una guerra. Cosas así han pasado antes, a lo largo de la historia humana, muchas veces.

De la seguridad en la navegación de estos superpetroleros depende hoy la estabilidad económica del mundo

martes, 21 de febrero de 2012

Bolivia, alturas celestiales


Como interesado en los fenómenos místicos, he sentido siempre un interés especial por el Tibet, donde tanto el chamanismo ancestral como el budismo se han diferenciado en una dirección contemplativa. ¿Tendrá algo que ver el misticismo con la altura sobre el nivel del mar? No lo sé. Pero ¿tendrá algo ver la altura sobre el nivel del mar a la que se vive con el talante y el comportamiento? Creo que sí, más todavía, estoy convencido de ello. Por eso no solo el Tibet, sino también Bolivia, que desde un punto de vista geoclimático es el Tibet latinoamericano, me han interesado siempre mucho. No conozco ninguno de los dos países. A Bolivia tengo que ir, aprovechándome de la ventaja que supone hablar español y que permite, en un subcontinente tan variadísimo y rico desde un punto de vista humano como es Sudamérica, comunicarte con personas que en todos los aspectos son muy distintas a ti. En el caso que me ocupa, comunicarme con amerindios cuya lengua bien viva sigue siendo el aymara o el quechua pero que son capaces de expresarse en español tan bien como o mejor que yo.

¿Por qué la altura a la que se nace y/o se vive puede afectar radicalmente tu forma de ver el mundo y hasta de pensar o soñar? Sobre todo por la baja concentración de oxígeno, a la que es sabido son muy sensibles las células nerviosas y cerebrales. También por la baja presión atmosférica, el frío nocturno, la mayor exposición a la radiación solar y quién sabe cuántos factores más.

Yo tuve que irme a vivir a Chiloé para descubrir que había una correlación estrecha entre los pies fríos y las pesadillas nocturnas (Contra los terrores de la noche, calcetines de lana). Gracias a eso aprendí por experiencia que nuestras neuronas cerebrales no están aisladas del ambiente externo, sino expuestas a sus influencias, quizá a través de los muchos sensores que desde la piel mandan su información al cerebro. Sabemos que el calor adormece y que el frío despierta. Tomé hace años un curso en la London Business School, una institución académica de muy buen nivel, donde mantenían las aulas a 19-20ºC de temperatura ambiente; uno se helaba, pero difícilmente se aburría y desde luego no se le escapaba ningún detalle, tu potencia intelectual se ponía en máximos. También es sabido que en alta mar, muy alejado de la costa, no hay prácticamente nada que huela; pues a mí me pasa que, mientras que estando en tierra firme difícilmente me apetece una cerveza Guinness, en alta mar es la que más me gusta, y eso no tiene más explicación que el que la ausencia de otros estímulos olfativos cambia el talante de mis neuronas olfativas, unas neuronas muy nobles, asentadas en el neocórtex, próximas a las sedes del pensamiento más abstracto.

Por todo esto y por mucho más me gustaría perderme por una temporada en los paisajes bolivianos, en el campo y en ciudades encerradas en su pasado como quizá pueda ser Potosí, por ejemplo. Vivir con aquella gente, hablar con ellos mucho, hasta el límite que les resultara tolerable, escribir. Ir verificando si mi visión, no ya del mundo, sino de la vida y su sentido, cambiaba cuando sumergido en aquellas alturas celestiales. Intuyo que sí lo haría y me interesa mucho averiguar en qué dirección.

Es por eso que tengo pendiente un encuentro con Bolivia, que haré todo lo que pueda por cumplir.

sábado, 18 de febrero de 2012

ELE



Se llamó Mercedes, pero ella misma cuando era muy niña pronunciaba su nombre como “Ele”, y ese se le quedó para los que le fuímos próximos.

Vivió una vida sencilla y entregada, primero a sus cinco hijos, luego a sus nietos, como la de tantísimas otras mujeres madre, esas que arman el mismo ruido que el mar hace en su orilla, un rumor de olas de amor que nunca se extingue pero que ya no oímos de firme y seguro que es, porque está ahí siempre, simplemente, nada menos.

Pero Ele tenía además espacio en su alma para otras ilusiones. 
Le apasionaba leer, y como fumaba mucho y le costaba por eso conciliar el sueño, leía hasta bien tarde en la noche, sobre todo novelas que le traían mil historias, alargando sus horizontes hasta muy lejos. 
Quizá todavía más le apasionaba viajar, para ver lo extraordinario, lo maravilloso que es el mundo. Siendo un ama de casa humilde y paciente viajó muchísimo, eso sí, gota a gota, aprovechando oportunidades para no tener que gastarse el dinero que no tenía. Llegó hasta sitios tan exóticos como Vietnam; de su estancia en Hanoi me contaba que la gente de allí, amable y hospitalaria, nunca mencionaba la maldita guerra que los asoló durante muchos años; no les quedaba ningún rencor, milagros de Asia, querían simplemente olvidarlo todo.

Tuvo la ilusión de acompañarme algún día a Chiloé, pero al final no fue posible. Ella me decía que no eran ni los paisajes ni la distancia ni el exotismo austral lo que más le atraía, sino las personas. “Quiero conocer a aquella gente de campo, comprender cómo sienten, cómo son”. Porque estaba convencida de que los chilotes, si tenían las tradiciones que yo le contaba y vivían como yo le decía, merecían el esfuerzo de llegarse hasta ellos.

Fue mi lectora más entusiasta, se bebía todo lo que yo escribía, nada más que por eso notaré muchísimo su falta, pero a la vez seguirá estimulándome su recuerdo. Merece sobradamente la pena pasarse la vida en los infiernos de la creación literaria si uno tiene solamente una lectora como ella.

Ha muerto diez años antes de lo que las estadísticas vitales le asignaban como tiempo de vida. Sus últimos meses fueron una manifestación admirable de la valentía, que es serenidad, de los humildes, porque ella fue todo eso. 

Dicen que la hora más importante de la vida es la hora de la muerte. Pero no solo para la que muere, sino para todos los que la quieren.  La muerte, sí, esa verdad. A nuestra queridísima Ele no la olvidaremos. Solamente por eso, por todo lo mucho que nos deja, ni ha muerto ni morirá nunca del todo.

viernes, 17 de febrero de 2012

Catarsis

¿Cuántos “yo” diferentes conviven en una misma persona?

En sentido estricto, cada persona tiene un solo yo, esa combinación de conciencia, memoria y reflexión que se intuye a sí misma como individuo y tiene una continuidad en el espacio y el tiempo.

Pero en sentido amplio pueden ser muchos los “yo” que coexistan en una misma persona.
Algunos ejemplos:
1.- El [“yo” que fue] versus el [“yo” que será]
2.- El [“yo” corporal] versus el [“yo” psíquico]
3.- El [“yo” que tiene] versus el [“yo” que es]

Me interesa considerar en esta entrada la antinomia #3.
Mi inspiración procede de lo que escribió Erich Fromm sobre “tener” o “ser” como modos alternativos de estar una persona en el mundo.

En un extremo quedan las personas que están en el mundo solo en función de “lo que tienen”: una patria, una lengua, una familia, una casa, un automóvil, unos ahorros, una educación, una profesión, un celular, unos vestidos, unos recuerdos, unas ambiciones o esperanzas… todo eso.

Libre del "tener"... una jaula
(Dibujo de JCE)
En el otro extremo, poco frecuentado, las personas que están en el mundo solo en función de “lo que son”: sus valores libremente elegidos, su visión personal del mundo, construída (o reconstruida) por ellos mismos, sus concepciones del bien y el mal, el amor y el odio, la vida y la muerte…, su coraje (o miedo) para enfrentarse con lo inesperado, su capacidad (o incapacidad) de ser generosa… todo eso.

Pero la mayoría de las personas somos, en la práctica, una mezcla casi nunca equilibrada de “tener” y “ser”. El peligro de la vida es que el “tener” suele fagocitar al “ser”, y es peligro porque mientras que el ”ser” implica una realización del proyecto que uno fue al nacer, el “tener” no es más que una forma de alienación, de enajenación de uno mismo, que conformándose  con el “teniendo”  renuncia al “siendo”.

Pues bien, y ahora llego a la consideración final de esta entrada: el ponerse uno en viaje le ofrece la maravillosa oportunidad de dejar atrás el “yo_que_tiene” para encontrarse casi a solas con el “yo_que_es”.

No sirve para esto cualquier viaje, por supuesto. En la medida en que la persona viaja superprotegida (planificada, organizada, dirigida, etc), se mantiene confortablemente dentro del “yo_que_tiene”.


Luz al final del camino (tomada de Ravenography)

Pero si el viaje de esa persona es humilde, si lo que intentas es ver, escuchar, sentir, imaginar… todo lo mucho que desconoces, si precisamente por eso estás abierta a lo inesperado, incluso a lo insospechado…, ese viaje  va a darte la oportunidad de dejar atrás tu “yo_que_tiene” para adentrarte en tu “yo_que_es”. Y es casi seguro que ese ayuno del “tener” te va a liberar de muchísimas toxinas que se te han ido acumulando, de modo que vas a volver renovada. 

Esa es la catarsis del viaje, la purificación en la acción, conseguida paso a paso a lo largo del camino y capaz de justificar todas las incertidumbres nacidas de estar en tierra extraña.

martes, 14 de febrero de 2012

El día de los chalilos

Este fué el atardecer del 8 de febrero del 2011 sobre la Punta Tilduco, en Duhatao, Chiloé.
El halo rojo semicircular sobre el Sol refleja lo caluroso del día.


La vida está llena de casualidades que no lo son. El sábado pasado, 11 de febrero, cuatro internautas chilenos visitaron mi blog con el propósito específico de ver la entrada “Invasión, fecundación, vida, muerte”, publicada hace casi exactamente un año, el 10 de febrero de 2011. Entonces estaba yo en Duhatao, y describía en ella el espectacular vuelo nupcial de los chalilos,  que había tenido lugar allí dos días antes, el martes 8 de febrero, en uno de los atardeceres  más calurosos de aquel verano austral. En relación con  estos chalilos, que son un tipo de termitas que vive en los bosques húmedos de Chile, recomiendo leer una preciosa entrada del blog Hurgapalabras.




El caso es que estas cuatro visitas a la entrada de los chalilos del 2011 en un solo día son muy significativas, porque durante meses no se había producido ninguna. Me hacen pensar que la semana pasada se produjo el vuelo de los chalilos en Chiloé. ¿Será cierto? Creo que sí. Me traen, a través de un circuito tan abstracto y enrevesado como la circulación de algunas palabras a través de la web y a lo largo del ancho mundo, el recuerdo fresco de un crepúsculo caluroso de verano en Duhatao: los colores rojos del sol poniente sobre el Pacífico, el murmullo sordo y constante del romper de las olas en la base de los acantilados, el vuelo graznante de las bandurrias que vuelven a sus nidos, el olor del bosque, todo eso, llenando mi sensibilidad por unos instantes como si, estando en realidad tan lejos, estuviera ahora allí. Siento nostalgia y la urgencia de no dejar de ser fiel a aquello, hasta que pueda por fin volver.





En el Chiloé antiguo el día de los chalilos, al que también llamaban la fiesta de San Chalilo, marcaba el inicio de un carnaval que en los tiempos modernos se ha perdido. Sería bonito que Chiloé restaurara la celebración de este día, tan espectacularmente acentuado por el vuelo nupcial de decenas de miles de pequeños insectos alados. Podría celebrarse en el día de los chalilos al amor como un mandato de la naturaleza. Conmemorar que los animales humanos, al igual que los chalilos, hemos venido a la vida con un imperativo doble, amar y ser amados, cada uno a su manera (la sensibilidad de los chalilos tiene que ser muy distinta a la nuestra), y venga o no seguido este amor por una urgencia de fecundación, que eso es lo menos importante. Sería este día de los chalilos uno de encuentros y reencuentros, de sueños y recuerdos. Un día para beber chicha de manzana y licor de murta, para celebrar la vida, sus tiempos y sus ciclos. Un día, en definitiva, de carnaval al viejo estilo chilote.

domingo, 12 de febrero de 2012

Crisis financiera europea. ¿Quién es culpable?

Policías griegos cercados por los cócteles Molotov.
La situación que atraviesa Grecia en estos momentos es extraordinariamente difícil. Los europeos haríamos bien en observar cuidadosamente lo que está pasando allí. Los ciudadanos griegos están siendo llevados al límite, su situación recuerda a la de los argentinos de los tiempos del corralito (2001-2002), con la diferencia de que los argentinos estaban solos, mientras que los griegos forman parte (!!) de la Unión Europea (??).

Grecia está en quiebra. Es cierto que no solo el pueblo griego está sufriendo un apretón de cinturón, también los mercados que les prestaron dinero van a dejar de cobrar mucho de lo que los griegos les deben. Pero lo que a mí me resulta escandaloso es que todos los dedos acusadores apuntan a los griegos como únicos  responsables de lo que ha pasado, cuando esto, muy probablemente, no es cierto.


Manifestantes griegos enfrentados a la policía
Recomiendo leer dos artículos (1 y 2) del magnífico blog "The Street Light" sobre las causas de la crisis financiera en que se debaten los llamados países periféricos de la Eurozona (Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia), en oposición a los llamados países centrales (Alemania, Francia y el resto), los cuales se mantienen (por cierto cada día un poco menos) en la estabilidad y la prosperidad.



Kash Mansori, el autor de este blog, analiza dos posibles orígenes  desencadenantes de la crisis: el que llama "causas locales", que culpa a los países periféricos por su despilfarro y mala administración, y el que denomina "causas sistémicas", donde la crisis ha sido originada por el corte repentino de un flujo cuantioso de capitales desde los países centrales a los periféricos, abierto durante casi diez años, desde que en 1999 se creó el euro, y cerrado bruscamente a partir del 2009, como consecuencia de la debacle financiera que en 2008 se abatió sobre el mundo entero desde Wall Street.

Pues bien, Mansori prueba con datos macroeconómicos que el origen de la crisis que nos ocupa está en las causas sistémicas. Y no es este el primer caso: la crisis de Mexico en 1994 tuvo, según Mansori, causas parecidas, un flujo de entrada de capitales sostenido durante más de cinco años que se paró bruscamente.

Remitiéndonos al caso español, cuando el flujo de entrada de capitales empieza a pararse en el 2008, el sector inmobiliario, que crecía a un ritmo vertiginoso gracias a los préstamos de los bancos alemanes , se convierte en una burbuja inmobiliaria que estalla, provocando la quiebra de muchas empresas constructoras y promotoras de viviendas, llevando a muchos trabajadores al paro y poniendo en una situación muy difícil a los bancos españoles, que se encuentran con que deben a los bancos alemanes un dinero que no saben cómo pagar.

Pero la Unión Europea, por imposición de una Alemania apoyada abiertamente por Francia y tácitamente por el resto de los países centrales, se niega a que el Banco Central Europeo dé créditos fáciles a los gobiernos de los países periféricos que les ayuden a capear la crisis.

Se llega así a una situación que Mansori describe en los siguientes términos:

1).- La crisis de los países periféricos se produce a consecuencia de un mecanismo macroeconómico bien conocido: un flujo sostenido de capitales desde los países centrales a los periféricos se termina con un parón súbito, que precipita  a los periféricos en una crisis de liquidez; sencillamente, de pronto se acaba el dinero. Esta crisis no puede resolverse desde los países periféricos; necesitan el apoyo económico de los países centrales, además de la decisión de ir a una política de austeridad por parte de los periféricos. Los responsables últimos de esta crisis no son los países periféricos, sino los ciclos macroeconómicos, que hacen inevitable una sequía repentina después de una inundación prolongada de capitales.

2).- Durante los años de bonanza económica previos a la crisis, tanto los países centrales como los periféricos se han visto beneficiados. Los centrales han obtenido buenos rendimientos de inversiones hechas en euros, sin riesgo de cambio de divisa, en los países periféricos, mientas que estos se han desarrollado económicamente gracias al dinero invertido por los centrales, con lo que la convergencia social y económica de la Unión Europea ha avanzado mucho.

3).- Pero del mismo modo que centrales y periféricos compartieron los beneficios de la bonanza económica, ahora deben compartir las dificultades de la crisis. Esto quiere decir que los países centrales están obligados a ayudar a los periféricos en la resolución de la crisis económica, así como estos últimos están obligados a practicar políticas de austeridad.

En este forcejeo se está. Las políticas de austeridad se van imponiendo con dolor en los países periféricos. Pero los países centrales están apretando demasiado, y no parecen muy dispuestos a asumir las cargas que a ellos también les corresponden.

Si esta situación no se resuelve pronto, el futuro de la Unión Europea será sombrío. Pero hay que ser optimistas y pensar que lo más probable es que poco a poco se vaya alcanzando un equilibrio entre la obligada generosidad de los países centrales y la obligada austeridad de los periféricos. De hecho, ya está pasando que el Banco Central Europeo ha relajado mucho sus condiciones de crédito a los países periféricos y de apoyo a sus bonos soberanos. También que en los periféricos se van implantando dolorosas políticas de austeridad, con la aceptación de las mismas por sus ciudadanos.

Pero hará falta mucho más.Los países centrales más grandes necesitarán estadistas que vean el largo plazo, antes que políticos condicionados por el electoralismo a una visión demasiado cortoplacista. Los países periféricos tendrán que convertir en una obligación constitucional la austeridad presupuestaria, como ha pedido Alemania y ya ha hecho España. La Unión Europea tendrá que unir a la moneda común, el euro, una política fiscal común. El Banco Central Europeo tendrá que defender con todas sus armas los bonos soberanos de los países periféricos miembros de la Unión Europea.

Además, y quizá más importante, los políticos y los medios de comunicación europeos tendrán que contarle toda la verdad a los ciudadanos, cosa que hasta ahora de ninguna manera se ha hecho. Los creadores europeos tendrán que aplicar toda su imaginación a despertar entre los ciudadanos la ilusión en una Europa unida y la esperanza de conseguirla. Y los ciudadanos europeos tendrán que pensar con mucha más intensidad en el mundo que le van a dejar a sus nietos y en cómo exigirle a sus políticos que peleen por conseguirlo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Antoni Tapies, pintor abstracto (1923 - 2012)

"Yo os invito a jugar, a mirar atentamente... yo os invito a pensar"  (Tápies, A., La práctica del arte, El juego de saber mirar, Ariel, Barcelona, 1971. p. 87.)


El catalán Antoni Tapies, que acaba de morir, fue sin duda uno de los grandes pintores del siglo XX. Los críticos lo clasificaron dentro de la corriente pictórica a la que llamaron informalismo, pero él definió cómo pintaba con palabras mucho más claras: Lo ideal sería callarse. Trabajar y callar. Yo nunca entro en el estudio con una idea premeditada y cuando lo hago suelo fallar”. 

Tapies (1969).- Dues taques negras


Pintaba con solo su sensibilidad artística, con lo que le decía el corazón, sin esquemas previos, ni perspectivas geométricas, ni apriorismos sobre cómo manejar la luz, el color o el lienzo. Sin embargo era un intelectual y un hombre de espíritu. Se esforzó en escribir para explicar sus cuadros, y en esto recuerda a San Juan de la Cruz, que nos dejó muchas páginas teológicas desarrollando el contenido de sus brevísimas poesías místicas. 





Tapies (1975).- Cruz y tierra


Sus cuadros escandalizaron a todos los que solo podían concebir a la pintura como precursora de la fotografía. Pero Tapies empezó a pintar cuando ya la fotografía se había emancipado como un arte bien distinto, y quizo buscar una razón de ser pintura en territorios todavía sin descubrir. Triunfó plenamente. A lo largo del flanco izquierdo de esta entrada he dispuesto cuatro pinturas de Tapies representativas de toda su biografía artística. Basta con contemplarlas para entenderlas. Contemplarlas he escrito, porque como con toda obra de arte verdadera, en música, literatura o pintura, no hay que acercarse a ellas como si fueran puentes, sino ríos de aguas misteriosas en los que sumergirse y dejarse llevar por su corriente.





Tapies (1986).- Messiaen
Tapies se interesó mucho por la mística, de hecho sus cuadros son un terreno perfecto para practicar esa forma de recogimiento que consiste en salirse de uno mismo, dejándose todo atrás.

Decía en uno de sus escritos, “El juego de saber mirar”:

"¿Cómo hacer para mirar limpiamente, sin querer encontrar en las cosas lo que nos han dicho que debe haber, sino simplemente lo que hay? “
(…)
¡Mirad, mirad a fondo! y dejaos llevar plenamente por todo cuanto hace resonar dentro de vosotros lo que nos ofrece la mirada, como quien va a un concierto con el vestido nuevo y el corazón abierto con la ilusión de escuchar, de oír sencillamente con toda su pureza,…
(…)

La pintura puede serlo todo. Puede ser una claridad solar en medio de un soplo de viento. Puede ser una nube de tormenta. Puede ser la huella del pie de un hombre en el camino de la vida, o un pie que ha golpeado el suelo, ¿por qué no?, para decir "¡basta!". Puede ser un aire dulce de alborada, lleno de esperanza, o un aliento agrio que despide una cárcel. Puede ser lo que somos, el hoy, el ahora y el siempre".




Antoni Tapies
Tapies (2006).- X




















viernes, 3 de febrero de 2012

Miguel Brieva (2012).- Memorias de la Tierra



Miguel Brieva acaba de publicar su último libro, "Memorias de la Tierra" (Reservoir Books, Mondadori eds.,  enero 2012, ISBN 9788439723394), un interesantísimo cómic gracias al cual podemos disfrutar de la fuerza de sus dibujos y sus textos, aprender, comprender... y sobre todo hacernos preguntas, pensar.

La crítica que hace Brieva de nuestra sociedad occidental es muy fuerte, a veces surrealista, otras sarcástica o demoledora, pero siempre hecha desde dentro, nunca despreciativa, buscando abrir ojos, no partir caras, al menos así me lo parece a mí. Este es el libro más ambicioso que yo le he leído, donde alterna sus cómics con textos suyos o de otros, que ayudan a profundizar todavía más en la reflexión que quiere que hagamos. Lo recomiendo.

Sin más comentarios de momento, aunque me gustaría tener tiempo para hacer una crítica más profunda, presento a continuación tres de entre las docenas de sus magníficos dibujos/textos.