La señora Marta me contó ayer una receta de sus abuelos para
distraer al Trauco, haciéndole perder un tiempo que podría haber empleado en
maldades: a la hora de acostarse, dejar en la puerta de la ruka o cabaña
un montón de arena.
La lógica que apoya este remedio es contundente. El Trauco
es una criatura de los bosques, donde no hay arena, mucho menos en montones. La
arena se acumula en las grandes playas abiertas, que el Trauco no visita nunca.
Por otra parte, el Trauco sale del bosque a curiosear en las cabañas y pampas
que habitan los humanos de noche, cuando estos duermen. Entonces puede
acercarse más de la cuenta a una cabaña y sentirse travieso, de modo que con la
sola potencia de su mente y a través de las paredes pueda inducir algún mal en
los que en ese momento están sumidos en el sueño.
Pero el Trauco es también una criatura curiosa, que aburrida
de las soledades boscosas en que vive, busca en el territorio de los humanos
cosas nuevas, divertidas, que llaman su atención. Cuando se acerca a la ruka curioseando,
se sorprende al encontrar ese montón de arena que nunca antes había visto.
Entonces se sienta en el suelo y se pone a examinar y contar, uno a uno, los
miles, decenas de miles, centenas de miles de granos que ese montón de arena
tiene.
¿Y qué sucede? Que le sorprende el clarear del nuevo día
contando todavía granos de arena, con lo que tiene que retirarse al bosque sin
haber tenido ocasión de pensar males para los habitantes de la ruka así
protegida.
-----o-----
¿A que es una historia preciosa? Un niño al que sus abuelos le
cuenten esto verá la arena con ojos bien distintos a los de otro educado
tecnológicamente. Verá el poder que puede tener la arena, ese poder que puede
esconderse en cualquier cosa y que convierte el caminar por la vida en una
aventura llena de sorpresas. No es un poder mágico, sino una capacidad de seducirnos para cambiar nuestras voluntades. Verá, en definitiva, lo maravilloso que puede ser
el mundo. Lo seguirá viendo así, subliminalmente, durante toda su vida.
Mýthos frente a lógos, junto a lógos
Granos de arena |
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