sábado, 14 de mayo de 2011

Habitación de hotel.- Edward Hopper (1931)



La frialdad geométrica de la habitación de hotel  rezuma soledad. Es impersonal y limpia, carece de referentes humanos, ni siquiera un cuadro cuelga de la pared como una ventana abierta hacia la fantasía.
 Muchas habitaciones de hoteles tienen fantasmas, y eso no hay limpieza que lo pueda evitar. A lo largo de mi vida me ha pasado a veces que determinadas habitaciones de hoteles me han inducido, sin saber por qué, una inquietud que ha bordeado el terror, desde la convicción de que allí ha pasado alguna vez algo terrible, o por lo menos muy doloroso. Pero en esta habitación que Hopper pinta no hay ninguna huella ominosa.  Todo es limpio, frio, utilitario, impersonal. La luz artificial sobre el nicho en el que se dispone la cama es intensa y casi cenital. Nuestra heroína, cuyo nombre me gustaría saber, porque estoy seguro de que para Hopper lo fue de carne y hueso, mantiene su rostro a la sombra de esa luz tan agresiva, y eso le da un misterio atrayente. Debe hacer calor. Miss X  ha entrado en la habitación y lo primero que ha hecho es quitarse el sombrero, el traje y los zapatos y sentarse en la cama.
La habitación es pequeña. Imagino que nosotros, con Hopper, la observamos desde la puerta que da al baño. La luz natural penetra al fondo a través de unos visillos y es mucho menos dura que la luz artificial sobre la cama. El equipaje permanece cerrado, sin deshacer. Un maletín y una maleta indican que se trata de un viaje largo, desde ninguna parte hacia ningún sitio, un viaje que podría ser a la vez una huida y una búsqueda, como casi todos los viajes lo son.

Miss X lee algo que parece un folleto, quizá un plano. Probablemente adquiere información relevante para su llegada, aunque esté de paso. Lo que sea está plegado en cuatro partes. No acabo de comprender por qué Miss X lo mantiene sobre su rodilla izquierda, quizá sea hipermétrope y esté acostumbrada a ver las cosas de lejos, buscándoles perspectiva.

El cuerpo de Miss X irradia pureza. Su piel es muy blanca, los planos que son oblicuos a la agresiva luz cenital dejan ver el rojo de una sangre que lo llena de vida, distanciándolo de los restantes elementos inanimados que completan  el cuadro. Carne humana, que alberga un alma humana con toda su prodigiosa complejidad, su misterio, su inmanencia.

 Esta es para mí la clave del cuadro. Miss X es un pozo sin fondo que se sale de las formas geométricas que la rodean, de las maderas, las tapicerías, los cueros, las telas, las paredes, las luces. Miss X es el retrato de una sencilla alma humana, femenina, vuelta aquí hacia dentro, hacia lo hondo de sus enigmas incognoscibles. Como tal, nos entrega su secreto más precioso.Porque este cuadro tan estático, tan aparentemente perfecto, tan sin misterios, está lleno de un tiempo de vida que lo atraviesa tumultuosamente, como un torrente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Olo.yo creo que es una cartita doblada en 4 porque estaba en un sobre tipo americano, ademas no tiene colores, los mapas suelen ser muy coloridos. Ahora de que carta se trata, una separacion, un carta de despedia por un suicidio? Quien sabe
MYR

olo dijo...

Podría ser. Pero si se lleva uno la foto a un Excel con celdas cuadradas y mide las proporciones de la hoja de papel que tiene miss X entre las manos, tiene un largo aproximadamente doble del ancho; demasiado largo para formatos tipo cuartilla, A4 o incluso el antiguo tamaño folio, es decir, no parece un tamaño standard para escribir (salvo que en 1931 hubiera tamaños así). En cuanto al contenido, puede ser cualquier cosa, entre ellas una carta de separación. Más difícil que sea una despedida por suicidio, pues nadie se va a un hotel con un maletín y una maleta grande para suicidarse allí. En cualquier caso, estas elucubraciones no añaden valor al cuadro, aunque ejerciten nuestra fantasía.

Anónimo dijo...

Pienso que se trata del comienzo de una nueva vida. En ese hotel ella lee otra vez la carta de referencia que unos amigos la han dado , para dejar atrás el pasado. El cuadro desprende incertidumbre.