Straus-Kahn con su abogado, hoy, ante el juez de Nueva York (The New York Times) |
Ha pasado la noche en el calabozo y ahora comparece ante un juez de Nueva York que le ha negado la libertad provisional por el temor de que la aproveche para fugarse. Dominique Straus-Kahn es el director del Fondo Monetario Internacional y probable candidato en las próximas elecciones a Presidente de la República Francesa. Fue detenido anteayer cuando iba a volar a Berlin y Bruselas para entrevistarse con la señora Merkel, jefe del gobierno alemán, y el Sr. Durao Barroso, presidente de la Unión Europea, para tratar de la desesperada situación financiera de Grecia, que amenaza la estabilidad económica de toda Europa. Los cargos son terribles, descritos con durísima crudeza en la exposición de motivos hecha por el juez neoyorquino; resumiéndolos, intento de violación de una camarera del hotel en que se hospedaba. Aunque hay que mantener, en tanto no se pruebe lo contrario, la presunción de inocencia.
Yo veo todo esto como un ejemplo aleccionador del mundo en que vivimos. Un mundo en el que el poder, que no es otra cosa sino la capacidad de tomar decisiones, tiene que estar encarnado en personas, es imposible dejarlo en manos de una corporación de humanos sabios, menos todavía de un computador. Y las personas son eso, personas: falibles, contingentes, capaces de enloquecer y de delinquir; o por el contrario, héroes, altruistas, capaces de acertar en el blanco más difícil, de dar su vida por salvar a una multitud.
Incluso a veces, lo que es terrible, se encarnan las dos actitudes opuestas en un mismo cuerpo, como Stevenson nos fabuló en el caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Todo esto no es de ahora. Fue siempre así, la historia estuvo llena de émulos de Nerón, Calígula, Hitler o Stalin, también de figuras como David, Moisés, Gandhi o Martin Luther King. Hay ejemplos de villanos y héroes para todos los gustos.
De manera que en tanto no se pueda programar a un superordenador para que gobierne el mundo con equidad, lo que va para largo, éste será un espacio imprevisible y peligroso, abierto tanto a los más ominosos pronósticos como a las más inimaginables esperanzas.
Porque para bien y para mal, así es como funcionan estas cosas.
2 comentarios:
Pero esta noticia también nos podría dejar una lección esperanzadora, que hasta los más poderosos pueden hoy en día ser procesados.
o será una maniobra para desprestigiar a este señor, en un trama que ni siquiera uno es capaz de avizorar en cuanto a sus verdaderas proyecciones e implicancias.
Estoy de acuerdo. Independientemente de que haya o no una maniobra detrás (yo, personalmente, no creo en un complot), el sistema judicial norteamericano ha funcionado irreprochablemente, y ha tratado a Strauss-Kahn igual que a cualquier otro sospechoso. Esto es una buena noticia.
Publicar un comentario