Mientras que los ulmos empiezan a florecer en Duhatao, anunciando la proximidad del otoño, Gadaffi vive su ocaso en Tripoli, rodeado de mercenarios y matando a todo inocente que se le ponga por delante.
Hace muchos años que supe quién era Gadaffi, cuando en 1981 anduve por el Sahara y vi la crueldad con que trataba a los subsaharianos que iban a Libia a trabajar. Luego aquel malvado fue yendo a peor, cada día más loco y sanguinario, hasta que Reagan le metió el miedo en el cuerpo una noche en que por un pelo no lo mató una bomba yanqui . Entonces empezó a cambiar, demostrando que también era un cobarde, y hasta espió para la CIA.
Esta es también la historia de una vergüenza para Europa, que sabiendo cómo era lo consintió porque claro, el petróleo es el petróleo, y los intereses son los intereses. Ahora a lo peor nos toca pagar nuestra falta de principios, pero dudo que aprendamos, porque somos ya viejos y estamos cansados. En la foto, Gadaffi aparece con Berlusconi, como podría haberlo hecho con Aznar, Blair o cualquier otro líder europeo, que con casi todos se vio, a Aznar hasta le regaló un caballo árabe. Su figura es grotesca, pero en realidad creo que se está burlando de nosotros. Detrás de él, una de las cincuenta vírgenes de su guardia personal, con las que viajaba al extranjero, además de con su camello y su jaima. Otra burla.
Ojalá dure poco. Ojalá. Inchallah.
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