2012 es el nuevo año que llegará en unas horas, cuando 2011 se convierta para siempre en un año más y menos de vida. Las doce campanadas de la Nochevieja marcarán el momento del tránsito. El vértigo que todo esto me produce es una variante divertida del miedo.
Durante el 2011 mi tiempo ha corrido fugaz. Hoy me doy cuenta, súbitamente, que ese tiempo ya se me ha ido, aunque conserve sus restos en mis memorias.
Goya (1819).- Saturno devorando a sus hijos. |
¡Maldito sea el tiempo! Hoy es la única noche del año en que me permito esta blasfemia. Antiguamente los amos marcaban a sus esclavos en la cara con un hierro candente. Hoy el viejo dios Crono, el griego, que es el mismo Saturno romano que devoró a sus hijos, sigue marcando mi esclavitud, como amo mio que es, con las campanadas de la medianoche.
No voy a ponerme trágico. Lleno mi copa con un buen vino. La Nochevieja tiene, como la Luna, dos caras. Está la que ya se va, el 2011, pero va a llegar la que todavía se nos oculta, el 2012. Que éste nos traiga esperanza, soluciones, buenos propósitos y un poco más de amor, si ello es posible. ¡Brindo por todo eso!
Pero esta no es mi noche. La Nochevieja es el cumpleaños del mundo.
¡HAPPY BIRTHDAY TO THE WORLD, TO ALL OF YOU!...
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