miércoles, 13 de marzo de 2013

España: después de la crisis nada debería ser igual


Un amigo que sabe lo que dice me cuenta que bastará con que el rating de la deuda española suba un escalón, por ejemplo, del Moody Baa actual (medium) al A (upper medium), todavía muy por debajo del Aa (high quality) y más aún del Aaa (highest quality) que tenía cuando empezó esta crisis, para que empiece a rodar un círculo virtuoso que terminará sacándonos de la miseria en que estamos. El paso al rating A hará que bajen los intereses interbancarios, lo que resultará en que los bancos extranjeros empezarán a prestarle de nuevo dinero a los españoles, ergo el crédito a las empresas volverá, ergo la economía se pondrá en marcha, ergo el paro descenderá, etc, etc, hasta que en varios años vuelva España a una situación económica desahogada.

También me dice que los datos macroeconómicos de España están mejorando, lo que hace cada día más probable que ese acontecimiento (paso del Baa al A) se produzca antes de que acabe el 2013, marcando así el comienzo de la recuperación.

Estupendo. Sin embargo, todo esto me hace pensar lo siguiente:

1).- Siendo estas crisis económicas cíclicas iguales en lo esencial a las que siempre ha venido sufriendo España, un país deficitario en capital por lo menos desde que Colón descubrió América, ahora vienen con un cambio sustancial.

2).- En efecto, antes la salida de la crisis pasaba por una recesión económica que obligaba a devaluar la peseta y producía cierre de empresas y paro, hasta que España volvía a ser competitiva.

3).- Ahora, como nuestra moneda es un euro que no tenemos la potestad de devaluar, la salida de la crisis pasa solamente por el cierre de empresas y el paro. Los españoles que tienen euros los invierten en el extranjero con buenas rentabilidades.

4).- Ahora los políticos españoles solo pueden aplicar medidas de austeridad que afectan a los ciudadanos (trabajadores y empresarios pequeños y medianos), no, como antes, también medidas financieras (devaluación) que afectan al capital (inversores extranjeros, grandes empresas sistémicas y ahorradores).

5).- De manera que las cargas de la crisis las soportan los hombros más débiles mucho más ahora que antes.

La conclusión es que habiendo cambiado drásticamente las reglas del juego económico, ya no sirve aquella vieja política en la que los políticos conservadores luchaban por reinvertir la riqueza creada mientras que los políticos socialdemócratas luchaban por repartirla. Ahora todos los políticos tiene ante ellos una tarea mucho más básica: luchar para que España mantenga su competitividad en un mercado globalizado, lo que significa luchar para que:

  •           Los españoles estén mejor educados.
  •           Las empresas españolas sean más innovadoras y competitivas.
  •           El sector público español, incluyendo a los grandes sindicatos, sea más eficaz y transparente.
  •           Aumente la igualdad de oportunidades de los españoles cuando nacen.
  •           Disminuyan la corrupción, el nepotismo y las desigualdades entre regiones y clases sociales.

Todo esto implica un cambio importante en la naturaleza de los desafíos que los políticos españoles tienen que afrontar, por lo tanto un cambio radical en sus modos, formas y planteamientos básicos. Los políticos españoles tienen que cambiar. Aquí es donde puede estar el desafío más importante y difícil para España en los próximos años.

El Roto (2012) Viñetas para una crisis (Reservoir Books)

No hay comentarios: